Seguramente has escuchado hablar de autocuidado y lo entiendes, pero ¿lo practicas? Veamos de qué se trata realmente y por qué es importante nuestro bienestar.
Antes que nada reflexiona: ¿Qué piensas cuando lees u oyes la palabra “autocuidado”?
¿Es ir al Spa?
Influenciados por la mercadotecnia, muchos se imaginan con una toalla en la cabeza y pepinos en los ojos acostados en la cama de masaje del Spa.
O tal vez se imaginan yendo de compras por gusto, o al café con las amigas, o pasando horas en el gym, para después comer lechugas.
¿Cierto?
Y aunque el autocuidado, en parte, sí tiene que ver con todo esto, en realidad NO es lo que lo define.
Como su nombre lo indica, es el cuidado que nos damos a nosotros mismos.
Pero para poder cuidarnos lo primero que se requiere es conocer nuestras necesidades.
Saber qué necesitas para tu bienestar…
Es necesario tomar conciencia de cómo estamos viviendo, cómo nos sentimos, qué necesitamos para nuestro bienestar y definir las acciones concretas para conseguirlo.
Así pues el autocuidado puede ser un tema de salud física, como la alimentación o el ejercicio o un tema de bienestar mental y emocional, como bajarle a la ansiedad, o tener momentos de esparcimiento y convivencia con seres queridos.
No se trata de solo irnos al spa, sino de verdaderamente revisar cómo nos sentimos en cuerpo y mente.
Se trata de revisar qué necesitamos para tener equilibrio y bienestar en las distintas áreas de nuestra vida.
Ten en cuenta que de poco o nada sirve ir a consentirnos con un masaje, o cuidar la dieta estrictamente, si en casa tenemos una batalla emocional que librar.
Es importante nuestro bienestar y lo sabemos…
Lo sabemos, pero se nos olvida.
¿Y sabes algo? Muchas personas saben su importancia, pero no hacen nada.
En las prisas del día a día, todo lo demás parece más urgente o importante. El trabajo, las responsabilidades, los hijos, los pendientes de la oficina. Y olvidamos que si nosotros no estamos bien, todo lo demás se afecta.
En especial, a muchas mamás se les olvida por completo, revisar cómo están, cómo se sienten y definir qué necesitan para su bienestar.
Por eso hoy quiero compartirte estos tips de autocuidado.
5 sencillos tips de autocuidado y bienestar
1. Reflexiona y con honestidad define cómo te sientes físicamente.
Dedícate un momento para revisar cómo te sientes físicamente. Es decir, cómo estás durmiendo, cuál es tu nivel de energía, cómo te estás alimentando. Y con total honestidad escribe cuáles áreas de tu salud física, es decir de tu cuerpo piensas que necesitan atención.
2. Haz lo mismo, pero ahora para mente y espíritu.
Reflexiona y describe cómo andas de ánimos. ¿Cómo está tu vida social, qué hay de tus hobbies? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo para ti solo por el hecho de disfrutarlo?
Toma nota de qué te gustaría empezar a hacer por ti que sepas te ayudará a aumentar tu bienestar. Quizá es tiempo de ir con tus amigas a un café o de salir a caminar por las tardes.
3. Haz un plan con acciones claras
Define acciones concretas para tu cuidado personal, tanto en lo físico como en lo emocional y mental. Si quieres cuidar un aspecto físico, tal vez toca comer más sano, o beber más agua, o dormir más horas…. Si es algo emocional, quizá sea manejar tu estrés…
Si es mental, a lo mejor te vendría bien realizar un hobbie que te despeje la mente o leer algo interesante.
*Fíjate como en letras cursivas te puse verbos, acciones. Eso es lo que necesitas para realizar tu plan. Solo actuando logramos cambios.
4. Sé específica en tus metas y empieza a actuar
Se específica en lo que quieres. Por ejemplo, si deseas alimentarte mejor, sé clara en qué es lo que vas a modificar, cuál es tu objetivo y cómo medirás tus logros. Y ponte fecha de inicio, entre más pronto mejor.
Las cosas no suceden cuando solo pensamos en ellas, hay que hacerlas. Tomar acción.
Busca que tus metas te acerquen a tu bienestar. Por ejemplo, mira aquí estas estrategias para que no termines rendida.
5. Ve de menos a más y… ¡Celebra cada logro!
Recuerda que lo importante es iniciar y sostener tus esfuerzos en el tiempo. Así que ve de menos a más. O, como diría mi mamá: «Más vale paso que dure a trote que canse.»
Si por ejemplo te propusiste ir a caminar cuatro veces a la semana y fuiste solo dos, ¡celébralo! El chiste es iniciar, reconocer los avances y motivarnos para seguir mejorando.
Y ojo con el mito… ¡No necesitas tanto tiempo para cuidarte!
Muchas personas no hacen nada porque se imaginan que cuidarse significa invertir mucho tiempo. Se agobian y entonces abortan la misión. Y no, no tiene que ser así.
Por ejemplo:
- Inicia con 15 minutos de ejercicio.
- Inicia recortando el exceso de comida no nutritiva.
- Inicia con 5 minutos de meditación o relajación.
Empieza en esos esfuerzos pequeños y ve incrementándolos poco a poco.
Si tú no te cuidas… ¿quién lo hará por ti?
Recuerda que antes que mamá o papá, o cualquier otro rol eres ser humano. Y es importante que tú estés bien. Si tú te cuidas vas a sentirte mejor y eso impactará positivamente la crianza y todos tus demás roles.
Además, al trabajar en nuestro bienestar, les estamos enseñando a nuestros hijos que es importante amarnos, respetarnos y cuidarnos.
Entonces dime, ¿crees que vale la pena que le dediques tiempo y cuidado a tu persona? Espero que sí y que estos tips te sean de ayuda.
Mándame un email a info@claudiavega.com y cuéntame qué te parecieron estos tips.
–Claudia Vega
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