Regreso a clases

5 cosas a no olvidar en este regreso a clases

¿Recuerdas cómo te sentías el día de regreso a clases?

La emoción por llegar al salón de clases y ver a tus compañeros. O quizá el nerviosismo al no saber cómo sería la maestra. Y qué me dices del gusto de cargar tu mochila con tus útiles nuevos.

¿Lo recuerdas? ¡Pues también a tus hijos el regreso a clases les genera emoción!

No importa la edad ni la etapa, desde kínder hasta la universidad, el regreso a clases siempre es un día especial para ellos que genera distintas emociones. Y nosotros, sus padres, debemos recordar algunas cosas importantes para vivir con ellos este especial momento.

1. Dale seguridad, siempre.

Cada caso es diferente, pero hay chicos que regresan a clase con temor. Quizá el año previo no lo pasaron tan bien o simplemente son aprehensivos. Nosotros podemos darles seguridad y recordarles que tienen todo el apoyo tanto en nosotros como en las autoridades de la escuela para sacar adelante cualquier reto en el ciclo escolar. 

Así que procura darle ánimos y deséale lo mejor a lo largo del año. Cada ciclo es un borrón y cuenta nueva y nosotros los padres estamos para apoyarles de la mejor manera. Déjale saber que siempre cuenta contigo, tanto para temas académicos como para temas personales. La escuela es el otro “mundo” de nuestros hijos y necesitamos conocerlo.

2. Interésate genuinamente en su día.

Aún si es adolescente o chico de carrera, a nuestros hijos les gusta contarnos cómo fue en ese primer día. Pregúntale cómo estuvo, pero claro deja que te cuente, no lo bombardees con preguntas. Y sabes algo, escúchale de verdad con atención. No hay nada mejor que sentirnos escuchados, incluso si todo lo que decimos son los típicos monosílabos del adolescente: “si”, “no”, “bien”. Si nos perciben interesados, nos contarán los detalles del regreso a clases.

Ahora bien, extiende ese interés. Que no sea cosa sólo del primer día. Cada día es importante y platicar sobre cómo van las cosas en la escuela es una gran manera de conectar con nuestros hijos.

3. Ayúdale a establecer rutinas para triunfar.

Mientras más temprano mejor. Ayudar a nuestros hijos a tener rutinas para realizar sus deberes escolares es algo que aunque al inicio toma tiempo, después rinde grandes frutos. 

Una buena recomendación es que después que lleguen a casa, tan pronto terminen de comer o cenar (según sea el turno de clases), hagan sus tareas. De esta manera, habrán terminado con su pendiente escolar y podrán disfrutar mejor del rato libre.  

Como padres, debemos favorecer buenos hábitos en nuestros hijos que después se convertirán en un ganar-ganar para todos. Es muy satisfactorio criar hijos responsables y eso es tarea nuestra.

4. Sé parte activa del proceso.

Todos vivimos vidas ocupadas, pero esto no debe ser una limitante para estar pendientes y presentes en la vida escolar de nuestros hijos. Necesitamos estar atentos, ir a las juntas, saber qué necesitan, hacernos el tiempo para ver cómo van. Y no sólo en lo académico. Nuestros hijos crecen y se desarrollan mental y emocionalmente en el espacio escolar, debemos saber cómo están viviendo esta tan importante esfera de sus vidas.

Así que, hagamos lo que toca para acompañarlos de cerca. No es mala idea preguntar a las maestras cómo van y para ello las juntas escolares o la hora de la salida de clases son buenas oportunidades. Además, a los maestros también les es valioso saber que nos interesamos en ellos. Siempre es más fácil notificar cualquier asunto de un alumno a un padre o una madre que tiene disposición. 

5. ¡Celebra sus logros!

No importa si aprendió a escribir la letra “E” o si está en el cuadro de Honor del mes, reconócele sus esfuerzos y celebra sus logros. Y no me refiero a que le compres un nuevo iPad por cada materia que pasa con 10, sino a que le dejes saber que notas sus avances. Pocas cosas nutren más la autoestima que el sabernos capaces y cuando nuestros padres nos dejan saber que vamos por buen camino eso nos anima a seguir adelante. 

Muchos padres solo reconocen a sus hijos cuando tienen logros muy grandes, pero son rápidos en notar sus fallos y se concentran en ellos. Entendamos que como humanos erramos y la mejor forma de superarnos es el ánimo para seguir intentando y creciendo. Aprendamos a ser padres que nutren en las distintas fases del proceso de sus hijos y acompañémoslos con amor y presencia. 

Finalmente, recordemos que la época escolar es una etapa muy importante en la vida de nuestros hijos. Y es pasajera. Aprovechemos cada día para cargarles su “mochila de la vida” con herramientas y la seguridad que les brinda nuestro acompañamiento y nuestra presencia es una de las más importantes herramientas.

Escríbeme un email a info@claudiavega.com y cuéntame cómo acompañarás a tus hijos en este ciclo escolar. Me encantará leerte.

–Claudia Vega

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